Of Fantasies and Tea [Priv. Pip]

Últimamente, sus días estaban resultando ser demasiado…confusos. Si, esa era la palabra indicada para describir lo que estaba sucediendo recientemente en la vida del inglés. Su vida estaba cambiando drásticamente y a pesar de que por una parte estaba feliz por el hecho de ser un poco más sociable; también estaba el otro detalle que lo hacía pensar si realmente estaba haciendo lo correcto, con cierta persona (O Demonio (¿)) en especial; a la cual, NO debería acercarse tanto… pero aun así, lo hacía, consiente o inconscientemente lo hacía y no dejaba de pensar en eso.

Necesitaba distraerse con urgencia; porque esos pensamientos hacían que tanto su cabeza inocente, como también su corazón se llenara de dudas, ¿Y qué mejor que una atrayente lectura, para aliviar los pesares? Luego de la gastronomía y el arte, era su mejor opción. Por eso se encontraba en la biblioteca, en su departamento favorito para ser exactos: La de fantasía. La cual muy pocas personas… Mejor dicho, ninguna (Aparte de él) se acercaba o al menos eso creía hasta ese entonces; porque momentos después, sintió que alguien chocaba con él en esa sección y justamente, cuando se encontraba tan enfrascado buscando la 5ta y la 6ta edición de “Las Crónicas de Narnia” que le faltaba por leer.

—Perdone. También me distraje un poco. —Cerro los ojos y le dedico una pequeña sonrisa que aparte de amable, resultaba ser también algo nerviosa e inmediatamente se agacho, para recoger los libros que el contrario poseía momentos atrás, como todo buen caballero que era. — Sí, estoy bien. Gracias por preocuparte y no eres el único, también me entusiasma mucho esta clase de literatura; a decir verdad, es mi favorita. —Comento; a la par de que alzaba la vista para voltear a ver al otro, con algo de curiosidad de saber a quién había tropezado.

No lo reconocía con los anteojos puestos y a pesar de que tenía un ligero parecido con su compañero de clases, Kyle Broflovski; innegablemente, no eran la misma persona, ¿Serian parientes? —Por cierto, ¿eres nuevo en el pueblo? Nunca te había visto por aquí. —Se reincorporo tomando la mano ajena, con su mano libre; mientras que con la otra poseía los textos. —Mi nombre es Phillip. Pero, puedes decirme “Pip”; ya que todos me dicen de esa manera. —Obviamente esta vez, no dijo porque todos le decían así (¿). Aun así, soltó el agarre y le tendió los libros, para que el pelirrojo los tomara.

Asintió ligeramente con la cabeza, cuando escucho el comentario del pelirrojo; lo cual, era cierto y una completa lastima, a decir verdad. Porque estos libros no solo eran interesantes por sus escenarios, personajes y trama; sino que también, brindaban una experiencia que pondría en marcha su imaginación de cualquier lector. —Lo sé, es triste que la mayoría de las personas, prefieran ver estas clases de tramas en el cinema del pueblo. —Hizo una ligera pausa; mientras caminaba a su lado a una de las mesas, para seguir charlando. — ¿Pero sabes que es lo sorprendente? Que a pesar de que casi nadie revisa este departamento, no consigo las dos versiones de la historia que busco. —Le comento; a la par de que tomaba asiento a su lado y escuchaba lo que este tenía para decirle.

Sin lugar a dudas, lo de Inglaterra llamo su atención. Eso era una excelente noticia; porque aparte de Gregory, no conocía a nadie más de su hermosa tierra natal. Quizás entre los tres, podrían llevarse de maravilla; ya que tenían eso en común. — ¿También eres inglés? ¡Que coincidencia! —Dijo con entusiasmo. —Un amigo y yo también lo somos. Pero por mi parte, llegue aquí cuando era muy pequeño. Creo que tenía…—Coloco una expresión pensativa en el rostro; apoyando su codo en la mesa y situando la mano en su barbilla. —Creo que desde los 7 u 8 años, si la memoria no me falla, claro.

Bajo la mano luego de eso y poso su vista en el rostro ajeno; especialmente en los googles que cargaba puestos, ¿Qué no le molestaban para leer? (¿) Iba a preguntarle. Pero de la vergüenza, lo omitió y se dispuso a contestar su interrogante; mientras que su pequeña sonrisa no se desvanecía de su rostro. —Y con respecto a lo de los sucesos paranormales, aquí en South Park siempre suceden cosas extrañas. Estas en el lugar correcto. Seguramente, no esperaras mucho esperando a que algo pase. —Al finalizar, poso la vista por un corto momento, hacia los libros que este había colocado en la mesa, esperando ver a las ansiadas versiones de una de su historia favoritas; pero como eran tantos, no notaba todos los títulos con facilidad.

—Estaba buscando las Crónicas de Narnia. Me falta la 5ta y la 6ta versión. Es muy extraño que no las haya visto en el día de hoy; porque la semana antepasada cuando me lleve las 3ra y 4ta parte, estaban ahí. —Comento, a la par de que seguía ojeando los libros, para luego subir la mirada; observando al otro con curiosidad y manteniendo ambas cejas alzadas. —Escogiste demasiados libros. ¿Normalmente cuánto te toma en leer todo esto?...—Le pregunto; hasta que sucedió lo inevitable (¿).—Oh por cierto, eso que llevas en los ojos. —No sabía cómo se llamaban (¿). Aun así, los señalo con una de sus manos.—No parecen ser lentes normales. ¿No te molesta, para la lectura?—Y como era curioso, por eso no pudo contenerse más en preguntar (¿).

Le causo algo de gracia las palmaditas que le dio. No estaba muy acostumbrado al contacto físico, pero eso no quitaba el hecho de que no le gustara; todo lo contario, amaba los abrazos y toda esa clase de gestos amistosos. Sin embargo, no los recibía muy a menudo por ser uno de los chicos más rechazados del lugar… o bueno, era así hasta unas cuantas semanas atrás. —¡Si, efectivamente! Llegamos a casi la misma temporada. Él se llama Gregory, es probable que lo conozcas. No por nada es uno de los chicos más populares y con más influencias en el lugar. —Una gran sonrisa se le dibujo en los labios, de tan solo recordar a su rubio y peculiar amigo. — Pero si no es así, tal vez algún día podríamos salir los tres a la cafetería del centro comercial. Es un lugar muy agradable y creo que podría gustarte. Además de que también, él podría ayudarte con el tema que estás buscando. Conociéndolo, debe tener una montaña de archivos…—Hizo un ademan con ambas manos, explicándole. —Acerca de ese tema en particular. Siempre está al tanto de cada peculiaridad que sucede en el pueblo.

Porque claro, no había nada que su amigo no pudiera hacer. No obstante, ese comentario paso a segundo plano, cuando escucho la no tan clara explicación (¿), acerca de los googles del pelirrojo. Si le molestaba para leer, ¿Por qué se los colocaba? No tenía mucho sentido que digamos. —Oh, entiendo. —Cuando en realidad, no entendía absolutamente nada. Aun así, intentaba verle el lado positivo al asunto. —Bueno al menos con tanta claridad, no esforzaras mucho la vista. Supongo. —Alzo ambas cejas ante el comentario, sin dejar de mirar los curiosos googles.

Pero por un momento, sintió que le incomodaría y por eso desvió la mirada hacia los libros, sin dejar de prestar atención a cada palabra que el pelirrojo decía. Varios tenían portadas muy llamativas y al mismo tiempo, terroríficas. Relatos fantasmales y algunos vampíricos, que inusualmente llamaron su atención. Esa clase de relatos no eran su fuerte, pero eso no quitaba el hecho de que intentaría recordar los nombres, para buscarlos luego. No estaba de más salir un poco de su clásica rutina de magia y criaturas hermosamente ilusorias.

Ojeaba cada libro; hasta que sintió ese pequeño pokeo en la nariz, lo que impulsivamente lo hizo regresar la vista hacia el rostro ajeno, sonrojándose un poco. —Ya veo porque no los conseguía… ¡Muchas gracias por avisarme! Vendré a buscarlos luego de ser así. —Hizo una pequeña pausa, incitando a que el otro terminara de hablar y cuando escucho su respuesta con respecto a la saga, asintió con la cabeza; claramente, ambos tenían gustos demasiado opuestos, pero eso no quitaba el hecho de que ambas tramas resultaban ser interesantes. —No te equivocas. Si lo fueras leído hace años atrás, te fuera llamado un poco más la atención.

Coloco ambos codos en la mesa y entrelazo los dedos de ambas manos. —Me gusta mucho porque tiene criaturas mitológicas basadas en la mitología griega, romana y también de los cuentos de hadas. —Se sonrojo un poco por eso último. No era muy normal que a los chicos de su edad, aun leyeran esa clase de historias. —Aparte de eso, también por la eterna lucha entre el bien y el mal… Y por supuesto, sin olvidar los maravillosos escenarios que se presentan en cada parte del relato. No se comparan en nada a como los representan en el cine. —Desenredo los dedos y subió ambas manos, sin apartar los codos de la mesa. —Pero eso ya no me sorprende. Casi siempre es igual con todos los libros que leo; ninguna película se compara a ellos. Creo que soy algo escéptico, con ese tema en especial… ¿Te llega a pasar lo mismo?, ¿O soy el único extraño que piensa eso? —No pudo evitar bromear al respecto.