(Priv.Gregory) Un día de estudios.

Alrededor de las cuatro de la tarde, no faltando mucho para que el reloj se parase pesadamente sobre las cinco con un ligero ‘‘click’’, para poder dar paso mi  móvil a sonar una alarma de aviso de que ya eran exactamente las cinco en punto, ni más ni menos.
El libro que sostenía en mis manos, paseando mis ojos con detenimiento por cada una de las letras impresas sobre las páginas, pasándolas con cuidado, acabó sobre la mesa con una cinta roja sobresaliendo, marcando la página  por la que había quedado. Me levanté, tomando el libro y dejándolo en la estantería, para ir a mirar luego el  móvil. Las cinco. Hora de irse.
Había estado leyendo un libro sobre medicina en espera de que la alarma sonase. ¿Por qué debería salir de casa un Martes, cuando ya estaba libre del instituto?...Estudios. No saldría si no fuese por nada más que eso… Además, debía reunirme con alguien en el palacio de la sabiduría. Por lo menos, no necesitaríamos hablar mucho, ya que sólo íbamos a encontrarnos para terminar el trabajo juntos que mandaron en clase de Historia sobre el tema de la segunda guerra mundial. Estaba tan nerviosa que tan sólo le dije un lugar y una hora para reunirnos y hacer el trabajo, y esa hora y lugar era a las 6 en la biblioteca municipal, con mi compañero de clases Gregory.
Bueno. Pues a prepararse, supongo. Abrí el armario y saqué un jersey de cuello alto color beige, pantalones vaqueros largos y zapatillas, mas ropa interior. Llevándome la ropa preparada al baño, me duché, vestí,  lavé los dientes y peiné. No me tomó mucho tiempo para estar preparada.
Salí del cuarto de baño,  dirigiéndome nuevamente a mi cuarto para tomar la mochila y vaciarla por completo. No necesitaría una bomba de libros, ya que íbamos a trabajar historia, creo que con el libro de historia, el cuaderno, los apuntes y la información extra impresa bastaría. Así que, ordenando los libros, cada uno con su respectivo cuaderno,  tomé los de historia, y sacando de un cajón de mi escritorio una azul marino, comprobé que aquella fuese donde guardaba la información impresa para guardarla igualmente en la mochila. Después, un par de estuches con material suficiente para trabajar, y la billetera… Pero me resultaba algo incómodo llevar la mochila tan ligera, ¿estaba bien que sólo llevase lo justo y necesario…? Al final, acabé metiendo todas las demás libretas y libros de las demás asignaturas también.  ¡Allá vamos!
Salí de mi cuarto con la mochila en la mano. Bajé las escaleras y tomé mi abrigo para poder ponérmelo y colgarme finalmente la mochila del hombro derecho. Tomé los guantes y me los coloqué, para después dar aviso de que saldría y más tarde volvería, abriendo la puerta y cerrándola tras de mí.
Miré la hora en mi móvil. Faltaba un cuarto de hora para las seis. Bueno, daba igual,  no me importaba mucho esperar.
Conforme empezaba a caminar hacia mi destino, la biblioteca municipal, más nerviosa me ponía. ¿Qué debería decir cuando lo vea? ¿ ‘‘Hola’’ nada más estaría bien, cierto? ¿Iría bien vestir así para reunirme con un compañero? Bueno, sólo íbamos a estudiar, sólo trabajar, estaba bien… Cálmate, Rebecca…
Acabé mordiendo con fuerza mi labio inferior a llegar al frente del edificio de los nervios. Tanto, que acabé haciéndome un poco de daño. Da igual, si no volvía a hacerlo estaba bien.
Volví a morderme el labio inferior sin darme cuenta, mirando alrededor y haciéndome a un lado de la puerta para esperar a que llegase el chico rubio. Me asomé un poco al interior de la biblioteca, con la idea de que quizás ya hubiese llegado antes  y hubiese entrado, mas no lo vi.  Mirando la hora una vez más, observé cómo sólo faltaban cinco minutos para que fuesen las seis en punto. Suspiré, tratando de así expulsar esos nervios de reunirme con alguien para hacer un trabajo de clase. Mas sólo crecían conforme pasaban los segundos. Observé las nevadas calles, y alzando un poco la vista, me encontraba con el completamente gris y nublado cielo azul.
Levanté la mano al finalmente verlo llegar, en gesto de saludo.
-Oh…e…Hey,¡Hola, Gregory!

Una vez más, su espléndido diálogo había movido montañas. El trabajo de historia con Butters Stoch! Ni pensarlo! Él tenia que hacer el mejor trabajo de la clase y para ello necesitaba al mejor compañero a su lado.

Por eso había ido a hablar con Garrison, para indicarle que no veia correcta aquella decisión por la evidente desigualdad de oportunidades  y el claro desapego entre compañeros que solo serviría para incomodar a ambos jóvenes y finalizar con un trabajo mediocre de clase media. El profesor no tardó en acceder y pedirle que él mismo escogiera pareja. El rubio había sonreido complacido, sabiendo desde el principio que aquello pasaría porque un hombre que había tenido que aguantar toda su vida a los mismos jóvenes (ningun otro tutor los quiso y por eso Garrison acabó siendo profesor de secundaria) terminaba siendo predecible para no buscarse frustraciones.

Gregory sabía que solo las damas de aquella clase (algunas) llegaban a su insuperable intelecto. Al principio había pensado en Testaburger, pero las cosas no estaban del todo finalizadas entre ellos... Era evidente que la morena caería en sus encantos compartiendo una tarde con él.

Por eso escogió a Rebecca Costwolds, la encantadora criatura que había sufrido el mismo destino que él, un alma superior en cerebro rodeada de monos saltarines. Claro que la idea de juntarse con su querido Christophe era tentadora en extremo, pero realmente quería sacar la mejor nota sin hacer él todo el trabajo.

Ella no había parecido muy complacida, cosa que le extrañó demasiado porque dudaba que alguna mujer no sintiese deseo de hacer un trabajo con su perfecta persona. Pero entendió que solo estaba nerviosa, no era una chica muy sociable, después de todo...

Cuando se acercó la hora a la que habían quedado salió de casa y subió a su coche, dirigiéndose sin más a la biblioteca. En un semáforo envió un mensaje al francés.

"Voy a verme con una chica, pero no te preocupes, sigo siendo tuyo <3<3<3"

Envió y rio un poco por lo bajo, pues le encantaba molestar a aquel castaño.

Siguió entonces su camino y maldijo la falta de parkings en el centro del pueblo, porque le haría llegar tarde y él jamás llegaba tarde y mucho menos si era para una cita con una chica. Pero por fin pudo dejar el coche bien situado y se apresuró hacia el lugar, viendo a la chica esperándole delante de la puerta principal, algo que le molestó porque realmente no le gustaba hacer esperar a las mujeres.

-Buenas tarde, Rebecca, espero que no hayas tenido que esperar demasiado- se disculpó mientras se quitaba los guantes negros para entrar junto a ella a la biblioteca- He hecho una busqueda en internet sobre algunos sucesos poco documentados de los cuales podríamos hablar en un apartado extra- sacó del bolsillo de la gabardina un papel impreso con una enorme lista- aunque dudo que en esta biblioteca podamos encontrar tomos buenos o información siquiera real...- suspiró resignado, como siempre menospreciando aquel pueblo.

-Oh, n-no, no…no esperé…er…mucho, porque…lle…llegué antes de tiempo…Sí.
Iba quitándome los guantes y guardándolos en el bolsillo de mi abrigo mientras ambos entrábamos en el edificio de la biblioteca y Gregory iba explicándome el material que había traído él para trabajar, observando la lista, admirando aquél punto para el final. Había reunido toda la información que pude sobre la segunda guerra mundial, era cierto, pero no imprimí extras para rellenar el final. Quizás me habría pasado imprimiendo sobre lo demás… Suspiré, sonriendo apenas por aquél comentario. No sabía muy bien si debería apoyarlo o no en respecto a aquella idea. Menospreciar el pueblo en el que vivías me resultaba un poco...
-N-No te pongas así, una biblioteca siempre será lo que es, una biblioteca… Da igual dónde esté. Seguro encontramos algo de ayuda…-murmuré.  Está bien, Rebecca, lo estás haciendo bien. Calmadita. Pero recuerda no  morderte el…¡Ay! Me volví a dejar entonces de morder el labio. No me di cuenta hasta que comenzó a dolerme.
Así, acabamos dentro de la biblioteca municipal. Le indiqué una mesa para instalarnos allí,  y tan pronto hubimos tomado asiento, me descolgué la mochila del hombro y la coloqué sobre la mesa, abriéndola y sacando de ella tanto el libro de historia, los apuntes, y la carpeta donde tenía varios montones montones de hojas ordenadas y cuidadosamente separadas, grapados en tres gruesos montones de hojas, repletas de información sobre los sucesos del tema que tratábamos. Cerré la mochila y la bajé de la mesa, colgándola del respaldo de una silla para quitarme el abrigo y colgarlo también en el respaldo de la silla, dado que en el interior del edificio de la biblioteca no hacía tanto frío como en el exterior, y me senté para poder mostrarle.
-Bueno… Lo primero sería, eh...conocer lo que tenemos antes de buscar…¿no?-saqué de la carpeta todos los montones, poniéndolos en fila separados para comenzar a indicarle el contenido de cada uno- En éste pequeño montón están los hechos desde 1939, en éste otro 1940… He dividido en varios grupos dependiendo del año. Cada año tiene su propio apartado, y… bueno, en cada uno están explicados los sucesos, así que tenemos desde 1939 hasta 1945...Luego, en éste otro apartado de aquí, en el que hay algunos datos tachados y corregidos con rojo, eh…um…bueno, son las consecuencias de la segunda guerra mundial y… bueno, como puedes ver, es el apartado más explicado y más grueso… Uh…sí, bueno…. Y…y...-me estaba poniendo algo nerviosa otra vez. Lo miré un momento, por si tenía alguna queja o algo que aclarar, tomando luego el último montón, en el que se encontraban algunos mapas con lugares señalados principalmente junto con otro tocho pequeño más de hojas- Y aquí…er…los países aliados... Luego, por si acaso, imprimí todo lo que hallé en la Wikipedia…- e indiqué el último de todos los montones. Casi  parecía mentira que todo eso me hubiese cabido en una carpeta…
Lo dejé en la mesa, por si quería echarle un vistazo, pasando a jugar con los dedos de mis manos, algo nerviosa. ¿Me habría pasado un poco? Bueno, era un trabajo, supongo que no estaba mal prepararse para el sobresaliente…  Me mordí el labio, esperando por aprobación por parte del rubio. ¿Sería suficiente? ¿Quizás me habría pasado?...

Al parecer su comentario había incomodado a la dama, así que se apresuró a retractarse.

-Oh, no me malinterpretes!- movió la mano, como apartando a un lado el error- Seguro encontramos la ayuda, solo digo que he visto bibiotecas demasiado grandiosas en mi vida y no sé si esta supere mis expectativas- le sonrió sin más.

Aunque debía reconocer que el lugar no estaba tan mal. Dentro hacia una buena temperatura y como ya había imaginado, no habían muchas personas por ahí, solo una viejecilla que parecia dormitar tras un mostrador donde le habían acumulado algunos libros, seguramente que le habían acumulado para no despertarla.

El muchacho esperó a que la chica eligiese mesa y luego se quitó la gabardina, dejandola tras su asiento antes de acomodarse en él y sacar sus cosas, carraspeando con una actitud más profesional y la espalda muy recta.

-Me parece una idea estupenda, veamos que...- su mirada se encontró de repente con aquella torre de folios y mientras Rebecca hablaba sobre lo que era cada cosa, le daba la sensación de que la torre crecia sola... -Ya veo... Desde luego es un primer estudio muy completo- reconoció, un poco admirado y a la vez con un vago sentimiento de derrota, al creer que la chica había trabajado más. Pero no podía pensar así! La había escogido precisamente por su exactitud, así que usaría esos dones en ella para hacer el mejor trabajo que Garrison corregiria jamás y por el cual Christophe tendría que admirarle sin remedio!

Su actitud agobiada cambió casi al instante por una expresión tranquila y una sonrisa segura, mientras se arremangaba un poco las mangas de la camisa y se desabrochaba el primero botón del cuello para estar más cómodo.

-Debo mostrar mi absoluta admiración por tu destreza para documentarte, Costwolds, creo que resumiendo todo esto y haciendo un power point con la cronologia tendremos un exitoso resultado- buscó su bolsa para sacar de esta el pequeño ordenador, poniéndolo en la mesa para encenderlo y proceder.- Dividámonos entonces las tareas. Puesto que tú hiciste la búsqueda yo resumiré más años. Pero si no te importa dejaremos de lado los datos de la Wikipedia, porque todos los demás trabajos saldrán de ahí- hizo un ademán con la mano antes de empezar a teclear en su ordenador, con un aspecto muy profesional.- Los primeros años son los más complicados, es mejor que yo haga esos- sentenció sin más.