Wendy Testaburger: Post de Prueba

El despertador sonó a la misma hora de siempre, pero yo ya estaba despierta… como siempre. Confiaba más en mi reloj interno que en el que me compraron mis padres hace unos tres años aproximadamente, y era justificada mi desconfianza puesto que el reloj era eléctrico. Temía que algún día que en la noche se fuera la luz, aunque fuera por unos minutos, apagara el aparato y no sonara. No, no, no, eso sería imperdonable. ¿Wendy Testabuger llegando tarde? ¡Jamás! Y por eso tenía un perfecto control de mi reloj interno, para despertarme todos los días a las 5:30 exactamente, ni un minuto más, ni un minuto menos.

Cuando el despertador sonó ya estaba saliendo de bañarme. Lo apagué mientras me sentaba en mi tocador, después tomé el peine y me cepillé mi largo cabello negro. El cepillado siempre  me ponía de buen humor, costumbre que tomé de Bebe, mi mejor amiga super femenina. También me gustaba cuidar de él porque una señorita con cabello sano es una señorita de buen ver. Y la futura presidenta del consejo estudiantil debía ser una señorita de buen ver.

Ese día decidí no llevar mi típica falda amarilla con mi abrigo lila y sombrero del mismo color, ese día era muy importante, por lo que debía presentarme… más elegante. Por eso le pedí a mi madre que me prestara su bonito vestido color azul turquesa, que me quedaba perfectamente. Lo combiné con unas zapatillas, no demasiado altas, color negras y me puse solo un poco de maquillaje, lo suficiente como para que se notara que me hice algo pero no tanto para que notaran que era. Al terminar de arreglarme para ir a la escuela bajé rápidamente las escaleras para alcanzar a mi padre a desayunar, pues por lo regular él se iba un poco más temprano que yo a la escuela, pero ese día quería aprovechar para que me llevara, planeaba ir a la escuela muy cargada.

-¡Buenos días, papi!- saludé apenas llegué a la cocina, leía el periódico, y le di un beso- ¡Buenos días mami!- la saludé a ella también.  Me regresaron el saludo- ¡Hmmm! ¡Huevos! Mis favoritos- alabé la comida de mi madre e inmediatamente comencé a comer.

Comí rápido para tener tiempo de volver a subir a mi habitación por mis materiales escolares. Mi mochila y unos carteles que estaban al lado de ella, esos carteles era muy importantes, ahí estaba mi campaña para presidencia estudiantil que, obviamente, lucharía por ganar como todos los años. Con la misma velocidad con la que subí las escaleras las bajé. Elegante, bonita y lista, ¡Iba por todo!

-¡Listo papá!- dije al entrar al auto- Muchas gracias por hacerme el favor de llevarme a la escuela hoy, te aseguro que este año vuelvo a ganar el puesto de presidenta- exclamé con muchísima confianza, papá solo sonrió, orgulloso.

Cuando el coche empezó a andar sonó mi teléfono, era Bebe, lo contesté rápidamente.

-Alo~ - saludé emocionada-. ¡Bebe! ¿Estás lista para verme triunfar? … ¿Ajá? … Sí… ¿En serio….? ¡Ja! Eso le pasa por imbécil- reí-. Bueno, amiga, hablamos después- colgué.

¿Era en serio? ¿¡Habían incendiado el gimnasio!? No sabía si alegrarme o ponerme triste (?). Digo, esa jugarreta de Gregory, hacer una fiesta para ganar puntos, no era muy justa y por eso me alegraba que se le fuera al traste su oportunidad de ser presidente. Pero por otro lado… El gimnasio era propiedad de la escuela e incendiarlo iba contra cualquier regla lógica. Fuera presidenta o no, me encargaría de que el responsable pagara un fuerte castigo. Otro problema era la celebración de Halloween… ¿Ahora dónde iba a ser? Bueno, ese ya sería problema de Garrison, que él lo arreglara, y ya si su incompetencia no le permitía crear una buena propuesta, le ayudaría. Pero por el momento tenía mis propios problemas, tales como ganar la presidencia del consejo estudiantil.

Al pasar por la parada vi al grupito de Stan, y Kyle y el gordo estaban discutiendo (?), como todas las mañanas. Estaba segura que al convertirme en presidenta Stan se armaría de valor y volvería a pedirme ser su novia… si no lo hacía él lo haría yo, de todas maneras, ese chico no tiene iniciativa.

Seguía perdida en mis pensamientos cuando mi padre me llamó, avisándome que habíamos llegado a nuestro destino. Le agradecí, tomé mis cosas y me bajé del carro, decidida a tomar el puesto que por derecho me pertenecía.

Spoiler:

“Team Stripe”