Stanley Randall Marsh: Post de Prueba.

Abrió los ojos lentamente, soltando pequeños quejidos y cerrando nuevamente su mirada, acercando su mano hacia su rostro y frotándoselo, como le ardía la vista, luz que se asomaba por su ventana no le era de ayuda tampoco para el dolor de cabeza que comenzaba a sentir con cierta intensidad. No era todo los días que Stan tomaba una botella de ron durante la noche, pero cuando lo hacía, era para poder dormir mejor sin escuchar las discusiones que a veces solían tener sus padres entre ellos de vez en vez.

Se movió para quedar boca abajo sobre su cama y volver a intentar abrir su mirada, esta vez lográndolo, aunque sentía como le molestaba aun el tener los ojos abiertos , suspirando con cierta frustración, siempre se hacía recordar el que no debia de tomar nada para ese tipo de cosas, había creído en superar ese tipo de circunstancias años atrás, por lo visto aún era algo susceptible a las discusiones de sus padres, por lo menos sus padres no discutían siempre y era algo bueno, la verdad, no quería que lo hicieran, pero no tenía poder sobre ellos, por lo que lo mejor era guardar silencio y ya.

Tardó un par de minutos pero con calma y paciencia se sentó en el borde de su cama por fin, bostezando y estirándose un poco, frotándose la nuca descubierta mientras destapaba su cuerpo de aquellas sabanas y dejaba que el frio invadiese su cuerpo para poder despertar mejor, temblando ligeramente pero suspirando con cierto gusto al final. Hizo crujir un poco los huesos de su cuello y espalda y con ello hecho se levantó y caminó primero hacia uno de sus cajones, abriéndolo y sacando de entre sus ropas, unas pastillas que era para los mareos y dolores de cabeza por tomar el día anterior. Sacó una y con esta en la mano se dirigió hacia el baño, viendo que su hermana por lo visto no había entrado aun, bien, era mejor así porque cuando ella entraba , además de darle miedo, siempre tardaba en salir, era cosa de todo los días, por eso había hecho una costumbre en levantarse temprano para poder entrar primero. Entró, cerró la puerta con llave y se tomó la pastilla junto con un poco de agua del lavamanos antes de retirarse la ropa que estaba usando para meterse a la ducha.

Tardó entre media hora a cuarenta y cinco minutos, pero cuando salió del baño y se dirigió hacia su habitación, sin duda alguna se sentía muy bien, mejor de lo que había estado cuando se levantó. Con un mejor ánimo fue a revisar sus cajones, sacando de estos la ropa interior y luego yendo al ropero para abrirlo y sacar también sus pantalones y una polera blanca, comenzando a ponérselo, después de que se pusiera su desodorante y un poco de perfume.

Se revolvió el cabello un tanto y luego lo cepilló, al menos de esa forma le había quitado un poco de esponjosidad y ahora se ponía su gorra encima y su bufanda roja alrededor de su cuello, asegurándose de sujetar un par de cuadernos que había dejado encima de su escritorio, que era de la tarea que había hecho para la clase de matemáticas que tocaba, no era precisamente esa su mejor materia pero sabía defenderse muy bien con los números.

Bajó a la cocina, notando a sus padres cariñosos y saludándole, les regresó el saludo, vagamente incomodo, bueno, estaba bien que se quisieran después de una pequeña discusión pero no era para que lo expresaran tan temprano por la mañana.

Aceptó el desayuno que su madre le daba que eran panqueques con uvas y fresas, uno de sus favoritos, echándole un poco de miel encima antes de comenzar a comerlo. Mientras comía, decidió perderse por un momento en sus pensamientos, usualmente no hacia aquello pero no es como si quisiera estar del todo consciente con lo que andaban haciendo sus padres aun en su delante. Era eso o perder el apetito y no quería hacerlo ya que tenía práctica y no quería estar débil desde tan temprano por no comer bien.

Al terminar de comer, tomó un poco de leche y fue a dejar los platos hacia el lavamanos, su madre asegurándole de que los lavaría ella y que fuese yendo a clases. Stan asintió y se despidió de sus padres, caminando por la sala y notando ahí a Sparky, sonriendo, se agachó cuando su perro se acercó a él, le abrazó y le rascó entre las orejas, levantándose y caminando con el animalito para que saliese a pasear a la calle, sabía que su mascota no se perdería, por lo que estaba seguro de que regresaría a casa a esperarle cuando regresara del Instituto. Ya en la calle, comenzó a caminar hacia el paradero de siempre, por el camino no pudiendo evitar estirarse de nuevo, haciendo crujir los huesos de su espalda y soltando un gemido bajo de placer por sentir como sus músculos se relajaban antes de sonreír un poco, por el camino notando a Kyle que lo esperaba como siempre.

Se acercó a él, saludándolo y luego caminó con su mejor, prestando atención a lo que le decia, le agradaba escuchar a Kyle quejarse, bueno, no siempre, pero durante el pasar de los años había tomado una cierta diversión de verlo algo estresado y más cuando el que le causaba problemas era Cartman.

—Calma, Kyle…ya veremos cómo solucionamos eso—le aseguró, sonriéndole con seguridad y confianza antes de llegar al paradero, encontrándose ahí luego a los otros dos chicos más de su grupo, saludándolos también, notando la tensión que había en el ambiente entre el pelirrojo y el castaño.  Hizo una pequeña mueca y se puso entre los dos, mirándoles y comenzando a buscar calmarlos, obviamente que las cosas por más que siguieran su misma trayectoria durante tantos años, siempre habría un pequeño cambio y era el hecho de que esas peleas eran más fuertes que tiempo atrás, aun así Stan buscaba tranquilizarles, no quería que hicieran un lio antes de que viniese el bus, ya antes les había pasado que por estar en discusión el bus los había dejado ahí y llegaban tarde, NO quería repetir aquello de nuevo.

De una u otra forma logró calmarlos ,más a Kyle que a Cartman ,frotándose el puente de la nariz con cierta frustración al notar que pese a que logró controlar un poco la situación, se seguían mandado indirecta muy directas. Para ese momento agradeció el bus que llegó y subió con Kyle primero para llevarlo a sus asientos de siempre y ya ahí intentar apartarlo del gordo antes de que pasaran más cosas dentro del bus.

Se sentía ya cansado durante la mañana por aquello, pero sin duda alguna era algo que prefería mejor que a quedarse en casa,  obvio no era relajante, sin embargo siempre podría entretenerse con nuevas ‘aventuras’ que llegasen a ocurrir durante el largo del día.

Después de todo, era South Park , siempre pasaba algo ahí.